Los departamentos de Estado (DOS) y Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunciaron este jueves una nueva estrategia migratoria regional del gobierno del presidente Joe Biden, plan que tiene como objetivos favorecer la inmigración legal a Estados Unidos, bajar la presión en la frontera sur con México y aumentar los castigos a la inmigración indocumentada.

Las nuevas medidas, consideradas como “radicales” por el propio gobierno, buscan “reducir aún más la inmigración ilegal en todo el hemisferio occidental”, favorecer las vías legales con procesamientos seguros, ordenado y humano de inmigrantes, se lee en un documento que explica la estrategia.

El plan crea nuevos procesos de ‘advance parole’ para El Salvador, Guatemala, Honduras y Colombia que se suman a Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.

La nueva política fue diseñada en reemplazo del Título 42 de los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC), una herramienta activada en marzo de 2022 para detener la propagación de la pandemia del COVID-19, pero que ha sido utilizada por el gobierno de Donald Trump y el de Biden para expulsar inmigrantes de manera expedita en la frontera, afectando en tres años a más de 2.2 millones.

Tanto el DOS como el DHS advirtieron, sin embargo, que el levantamiento del Título 42, previsto para el 11 de mayo, “no significa que la frontera esté abierta” y que cuando se levante la restricción “Estados Unidos seguirá utilizando el Título 8 de la Ley de Inmigración (INA) para deportar de manera expedita” a extranjeros inadmisibles, sobre todo personas “que llegan ilegalmente a la frontera de Estados Unidos”.