El Consejo de Ministros italiano ha decretado el estado de emergencia nacional migratorio durante los próximos seis meses. Es la primera consecuencia del desembarco en las costas italianas de más de 3.000 personas en los últimos tres días, han informado este martes los medios locales.
La medida, a propuesta del ministro de Protección Civil y Políticas Marítimas, Nello Musumeci, y con una financiación inicial de cinco millones de euros, se implementará en todo el territorio nacional debido al aumento excepcional del flujo de migrantes a través de las rutas del Mediterráneo.
De hecho, en estos momentos la ‘Guardia Costiera’ mantiene activa una operación de rescate en el mar Jónico, donde las condiciones del mar dificultan la escolta desde este lunes de dos embarcaciones con 800 y 400 migrantes respectivamente.
El estado de emergencia migratorio funcionaría como una figura legal que permitirá al Gobierno saltarse pasos y trámites en la gestión de la migración, como acelerar los procesos de acogida en Italia a los inmigrantes que cumplan los requisitos y la identificación y expulsión de las personas que no tengan derecho a permanecer en Italia y tengan que ser repatriadas a sus Estados de origen, así como dar más poder de decisión a los alcaldes y presidentes regionales de las zonas más expuestas a la presión migratoria como Sicilia o Calabria.
La declaración se produce tras una conversación mantenida este lunes entre Musumeci y el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, y que ha sido confirmada a la agencia española EFE por fuentes de Interior.
«Nos hemos adherido gustosamente a la petición de Piantedosi, muy consciente de la gravedad de un fenómeno que aumenta un 300%. Seamos claros, no estamos resolviendo el problema, cuya solución solo está ligada a una intervención consciente y responsable de la Unión Europea», ha dicho Musumeci.
La medida, que «permite derogar algunas normas del ordenamiento vigente», «será nacional» porque «existe el riesgo de enviar el sistema al colapso si continúa este ritmo de llegadas», ha añadido Musumeci, quien también ha insistido en la importancia de que Europa «se dé cuenta de que no hay mucho tiempo».
La apertura de nuevos CPR (Centro de Permanencia para los Repatriados) facilitará a las autoridades las actividades de identificación y deportación. Sobre este asunto ya se había pronunciado el vicepresidente del Ejecutivo, Matteo Salvini, quien explicó por la mañana que veía necesario «al menos un centro de repatriación para cada región» y abogó por volver a aplicar una política más dura ante el fenómeno migratorio.
«Si Europa está ahí, ya que somos contribuyentes netos de miles de millones de euros al año, es hora de demostrarlo, porque no podemos hacerlo solos», ha enfatizado Salvini, al explicar que es necesario «al menos un centro de repatriación para cada región».
Las llegadas a Italia han superado las 31.000 desde el inicio de 2023, casi cuatro veces más que las cerca de 8.000 de 2022, con 3.002 migrantes en los últimos tres días, y un récord de 1.389 el pasado viernes, 7 de abril.
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