Columna del director editor
El fraude en Carabineros que involucra ya a
60 personas y “un botín” que asciende a 21.500 millones de pesos hizo caer de
golpe la confianza que los chilenos tenían en la institución policial
uniformada, como lo señaló el viernes la encuesta CEP. Esta mañana, aparte de las
51 personas de las semanas anteriores, fueron formalizados otras 11 subiendo a 62
el número de implicados directamente en el mayor fraude de la historia de esta
y de otras instituciones armadas chilenas. Los delitos se cometieron entre los
años 2006 y 2017.
En la encuesta CEP (Centro de Estudios
Públicos) el nivel de confianza en la institución cayó 17 puntos porcentuales bajando
de 54 a 37 puntos. Hasta el año pasado Carabineros era una de las instituciones
en las que el chileno confiaba con firmeza y seriamente. Esta caída fue
atribuida precisamente a este fraude.
Por otra parte, la percepción que tienen
los consultados sobre la corrupción al interior del organismo aumentó 13 puntos
porcentuales llegando a un 46%.
Un análisis sobre lo que está ocurriendo en
Carabineros debe contemplar necesariamente el deterioro no solo de la imagen institucional,
sino que también el estado de ánimo de su personal. Y en este punto el papel que ha jugado su General
Director Bruno Villalobos no ha sido el más adecuado, porque en el tiempo que
ya dura la investigación ha quedado demostrado que la institución,
especialmente por el trabajo de seguridad y estratégico que realiza, requiere prácticamente
de una refundación. Sus estructuras están todas o en gran parte carcomidas por
la corrupción y el vicio del dinero mal habido. En el último grupo de 11
detenidos, cinco son coroneles en retiro, es decir formaban parte, hasta hace
relativamente poco tiempo, de la plana superior de la institución.
Derechos Humanos
Junto a su mando institucional, a Villalobos lo
persigue también su pasado que lo involucran en supuestos hechos de violaciones
a los derechos humanos, como la muerte del estudiante universitario, miembro de
la Fech Patricio Manzano, ocurrido en
medio de trabajos voluntarios en Los Andes en plena dictadura militar el 8 de febrero de 1985,
caso que investiga el ministro en visita
Mario Carroza.
La causa había sido sobreseída, pero en 2015 la
Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó al juez Carroza que
realizara una serie de nuevas diligencias
tendientes a establecer la participación de organismos de inteligencia en
eventuales apremios ilegítimos que terminaron con la vida del estudiante de
ingeniería. Esta investigación condujo a la Policía de Investigaciones PDI a
indagar sobre el listado de uniformados
que participaron de la detención de un grupo de jóvenes entre los que se
encontraba Manzano, figurando en éste el nombre del actual Director General de
Carabineros quien en ese tiempo, con 25 años de edad, tenía el grado de teniente e integraba una
rama de Fuerzas Especiales. El alto oficial le reconoció al ministro Carroza haber
estado en esa fecha en Los Andes, pero no en el lugar donde se produjeron los apremios
ilegítimos. Patricio Manzano es reconocido como el primer mártir de la Fech,
quien habría fallecido después de sufrir una crisis respiratoria que terminó en
un paro cardíaco.
Robo de armas
Pero el fraude y la historia personal de Villalobos
no es todo lo que está pasando al interior de Carabineros, ya que la semana
pasada, se denunciaron robo de armamento
de la policía uniformada y venta ilegal
de armas.
Al comienzo se habló de extravío de armas desde la
Escuela de Formación de Carabineros (Esfocar) ubicada
en Cerrillos. Esto se supo después que la sección de investigación policial de
la 41° Comisaría de La Pintana realizó varios allanamientos en esta comuna
debido a una denuncia, donde se recuperó una subametralladora Uzi que se
encontraba extraviada desde la escuela en Cerrillos.
Inmediatamente se desarrolló
una investigación debido a que no había reporte sobre el armamento sacado ilegalmente
de la unidad, confirmándose que en la Esfocar faltaban o habían desaparecido “por
arte de magia” 29 revólveres, dos chalecos antibalas y tres esposas. Lo peor de
todo es que no hay claridad sobre el número de armas desaparecidas por la no
existencia de un registro oficial de las mismas.
Más tarde se supo que cinco carabineros habían sido dados de baja en
la comuna de San Bernardo después que se descubriera que vendieron sus armas de
fuego personales sin respetar el protocolo establecido por la institución.
Según informó radio Biobío, se trata
de 6 pistolas de 9 milímetros, de las marcas Glock, Taurus y Magnum.
Cuatro de los involucrados mantenían
un arma cada uno y uno de los uniformados tenía dos armas inscritas.
El Ford Galaxie
Pero la guinda de la torta ha sido el
caso del automóvil presidencial, también a cargo de Carabineros, que cumplió ya una vida útil de 50 años y que
comenzó cuando la Reina Isabel de Inglaterra visitara Chile cuando Eduardo Frei
Montalva estaba en La Moneda (1964-1970).
Nadie sabe muy bien lo que ocurrió,
pero se dice que el automóvil tenía que estar en el Palacio Presidencial de Viña
del Mar a una hora determinada, pero hubo atrasos inexplicables, de esos que nunca
faltan. Así se decidió entonces, para evitar mayores problemas, que un carabinero como conductor y otros como escoltas
en motocicletas lo llevaran por autopista a una velocidad de 160 kilómetros por
hora, siendo el límite entre 100 y 120. ¿Qué pasó?, cuando lo recomendable era
transportarlo en un camión hasta el Cerro Castillo en Viña.
El cincuentenario Ford Galaxie, por la velocidad y el esfuerzo,
fundió sus “fierros”, según algunos, y otros señalaron que el desperfecto había
sido en el sistema eléctrico. Nadie dice claramente lo que ocurrió o los
carabineros no quieren hablar más de tragedias y tormentos porque ya les da
vergüenza disculparse tantas veces.
El ministro y Bachelet
Pero el Gobierno defiende a pie juntilla al General
Villalobos, tampoco nadie sabe por qué. Para
algunos es un asunto de amistad y cercanía ya que él fue, en el primer periodo
presidencial de Bachelet, una especie de guardián, guardaespaldas o vigilante
de alto nivel de la Mandataria en su
casa que entonces ocupaba en el barrio de El Golf.
El ministro del Interior Mario Fernández
Baeza, estima que tanto el fraude como la desaparición de las armas son hechos
graves y delicados, pero ayer en TVN agregó que para el alto mando de
Carabineros y para Villalobos “su responsabilidad es aclarar los hechos” (¿también
el caso de Los Andes?)
¿Por qué tendríamos entonces que pedirle
la renuncia?” concluyó el jefe del gabinete.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario