Por Fernando Ayala

La administración del presidente Donald Trump ha introducido en su campaña electoral una furiosa propaganda y acciones contra la República Popular China, a la que culpa ya no solo por el déficit comercial de Estados Unidos, sino también por el coronavirus y de querer apropiarse de información sensible a través del avanzado sistema cibernético de comunicaciones, conocido como 5-G, donde sus empresas están entre los líderes mundiales.

LEER TODO