Honduras elige presidente entre izquierda y derecha bajo amenaza de Trump
En la foto arriba aparecen (en primer lugar de izquierda a derecha)  Asfura que busca la presidencia por segunda vez tras perder en 2021 contra Rixi Moncada  Castro (centro) y derecha Nasralla por tercera ocasión.

Irrumpiendo al final de la campaña, Trump dijo que “Tito” Asfura es el “único amigo de la libertad”, y que si éste perdía la elección, Honduras quedaría bajo control del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y “sus narcoterroristas”.

A Moncada la calificó de “comunista”, y a Nasralla de “casi comunista” por haber formado parte del actual gobierno de izquierda, con el que luego rompió.

Trump fue más lejos el viernes último al anunciar que indultará al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien gobernó con el PN (Partido Naciuonal) de 2014 a 2022, y desde 2024 cumple una condena de 45 años de cárcel por delitos de narcotráfico en EE UU.

La izquierdista denunció este domingo que el perdón al “capo de la droga hondureñá” fue “tramitado” por las élites locales hondureñas.

La polarización que marcó estos comicios es secuela del golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya, esposo de Xiomara Castro, actual presidenta. Su esposo fue derrocado por la derecha al acercarse a Venezuela.

Con el propósito único de complacer a Washington, Asfura y Nasralla prometieron acercarse a Taiwán, luego de que la presidenta Castro restableciera las relaciones con China en 2023.

Ocupados en atacarse, los candidatos apenas abordaron las angustias de los hondureños.

“Necesitamos más seguridad. No hay empleo y la gente busca oportunidades en otros países”, se quejó Francis Rodas, ama de casa de 29 años, en un barrio capitalino.

Honduras es un país ultradependiente de Estados Unidos, con 60% de sus 11 millones de habitantes en la pobreza y un 27% de su PIB alimentado por las remesas de los migrantes.

Manuel Orozco, analista de Diálogo Interamericano, comentó a la AFP que el gran desafío del próximo gobierno es el empleo, con la informalidad ya en 70%.

En uno de los países más violentos del continente y cuyas instituciones han sido infiltradas por el narcotráfico, las elecciones transcurrieron bajo un estado de excepción parcial impuesto por la presidenta Castro en 2022.

Valeria Vásquez, de Control Risks, citó también como reto subsanar la “debilidad” de unas instituciones politizadas y el control que tiene el gobierno sobre la fiscalía y las fuerzas armadas.