Por Hugo Latorre Fuenzalida

Yo soñé una de estas noches que Chile, al entrar en la fase hipercrítica, por la Pandemia, obtenía respuestas insólitas, como que las Fuerzas Armadas voluntariamente ponían al servicio de las potenciales víctimas (los más vulnerables) todos sus espacios físicos que cuentan a lo largo del territorio, para albergar a los ancianos, a los enfermos crónicos, a los niños vulnerables, para ser usados como albergues  o como hospitales temporales. Incluso soñé que regalaban la idea de llamar a reservistas para cooperar como personal auxiliar en esta magna tarea nacional.

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