LA TENDENCIA DE LOS MATRIMONIOS
BREVES
Por Jessika Krohne
Relaciones superficiales, parejas que no se conocen, una comunicación deficiente, incapacidad de ceder en sus proyectos personales para construir uno en común, nula tolerancia a los conflictos, infidelidad y problemas relacionados con el consumo de alcohol son algunos de los problemas que hacen afectar la convivencia en el primer año de matrimonio y las parejas deciden ponerle fin a su relación.
Muchas parejas recién conviviendo juntos o casados llegan a mi consulta desesperadas porque pelean mucho y no logran adaptarse a la nueva vida en común. Se quejan porque dicen tener una pésima comunicación con su pareja e intereses totalmente diferentes. Ninguno quiere ceder para dejar de lado sus proyectos lo que les impide formar uno en común. Carecen de una base sólida y le han quitado importancia al significado del matrimonio.
Estas personas que consultan tienen alrededor de 30 años o más, lo que significa que vivieron su juventud a finales de los 90, donde Chile mejoró considerablemente su calidad de vida y las personas tenían más acceso al consumo. A finales de los 90 también se masificó el internet para todas las personas y la gente empezó a usar celulares. Todo eso produjo un cambio en la sociedad y en los jóvenes que viven hoy su adultez con un espíritu hedonista e individualista que solo quieren disfrutar y pasarlo bien y se descolocan fácilmente ante cualquier problema. Pasarlo bien, disfrutar y llevar a cabo los proyectos personales es lo único que les importa. Se ven muchas parejas que siguen haciendo una vida de solteros postmatrimonio, son buenos para salir a carretear cada uno por su lado y el factor alcohol desencadena desde infidelidad hasta agresividad.
Me llama profundamente la atención cuando les consulto a matrimonios jóvenes acerca de su último fin de semana y me relatan una cantidad enorme de carrete y vida social que tienen y el poco tiempo que pasan solos. Justamente en los primeros años hay que cultivar este tiempo solo con la pareja, ya que no hay hijos y disfrutar de a dos ayuda mucho para construir una base sólida a futuro. Pasar tiempo juntos ayuda a mejorar la comunicación, la sexualidad y a descubrir los intereses en común. Además se logra llegar a un proyecto de vida en común que es fundamental para tener un matrimonio exitoso a futuro. Es fundamental mostrarles a las personas que en los matrimonios y parejas convivientes hay que construir un nosotros que es una variable mucho más importante que el tú y el yo.
Que bueno que volvio la columna de la Psicologa.
ResponderBorrarSólo quiero aportar ya que no se considera un fracaso en la vida la separación, ya no es una verguenza familiar. Ahora pasó a ser un mero trámite ...
saludos ... El Seguidor del Gurú