Lamentablemente en nuestro ambiente o círculos, me refiero a los niveles actuales de Chile, nos encontramos con circos malos en todos lados de la política, de distintos tamaños y calidad de espectáculos, porque vemos, por ejemplo,  el gran circo «Congreso Nacional»  con su principal filial el circo “Cámara de Diputados”, de pésima calidad cultural.