DIACONADO FEMENINO EN LA IGLESIA CATÓLICA
| 
| 
| 
El
      12 de mayo pasado, dirigiéndose a una reunión de líderes de
      congregaciones de religiosas en la santa sede, el Papa Francisco
      reconoció la inquietud de muchos en la Iglesia respecto a la cuestión del
      diaconado femenino.   Este asunto comenzó a ser tema de
      conversaciones y ocasionalmente de reuniones, luego de concluido el
      Concilio Vaticano II.  El Papa Juan Pablo II, en su Carta
      Apostólica Ordenatio Sacerdotalis, Roma 1994, trata tangencialmente el
      tema; mas adelante, en 2002, la Comisión Teológica Internacional volvió a
      tratar la cuestión de manera mas detallada, dejándola abierta. 
Según un
      anuncio oficial,  el Papa
      Francisco decidió  crear una Comisión Pontificia Sobre el diaconado
      de la Mujer, integrada por doce miembros con paridad de
      género, presidida por un jesuita español, el Arzobispo Luis
      Francisco Ladaria Ferrer S.J., Secretario de la Congregación para la
      Doctrina de la Fé.  Como en toda comisión romana, hay notoria
      presencia de italianos, pero no deja de llamar la atención la
      de cuatro españoles empezando por quien la presidirá, acompañado por Sor
      Nuria Calduch-Benages, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica; el
      Padre Santiago Madrigal S.J.  titular de la cátedra de
      Eclesiología en la Pontificia Universidad Comillas en Madrid; y Monseñor
      Pedro Coda,  Rector del  Instituto Universitario Sophia en
      Roma, miembro de la Comisión Teológica Internacional.   Los
      demás integrantes de la Comisión son un belga, dos alemanes, y una
      teóloga secular americana, la Dra. Phyllis Zagano, Hofstra University,
      Hempstead, NY. 
De
      la lectura de los nombres de los miembros de dicha Comisión, resaltan las
      ausencias de integrantes de Latinoamérica, África y Asia; tal vez en el
      curso del trabajo en los meses venideros se incorpore a gente de las
      latitudes  que no fueron consideradas.  En todo caso, el Papa
      Francisco, tal vez consciente de la necesidad de contar con diversidad de
      opiniones, ha incluído a dos destacadas proponentes del diaconado
      femenino, la Dra. Phyllis Zagano, y la Dra. Sor Mary Melone,
      franciscana, primera mujer rectora de la Pontificia Universidad
      Antonianum en Roma. 
Apenas
      informada de su nombramiento, la Dra. Zagano, tomando por base la
      mención de la diaconesa Phoebe por el Apóstol San Pablo en su Carta a los
      Romanos, habló de restaurar antes de crear un diaconado femenino; en esta
      línea de argumentación, si había diaconesas en la Iglesia de los
      Apóstoles, correspondería restaurarlas en la Iglesia misionera del Siglo
      XXI.   Puede ser una fascinante discusión histórica y
      teológica.  
 |  |  | 
| 
 | 
 
ResponderBorrarVictor Navia Garrido
3 de agosto a las 23:13
La lucha por la dignidad de la mujer debe ser universal y el repudio total, especialmente a "pastores" de cualquier iglesia que en lugar de enaltecerlas, las segregan.