Los aranceles a los productos farmacéuticos podrían desencadenar una severa disrupción a la complicada cadena de suministro del sector, que depende en gran medida del libre intercambio comercial entre países.
Trump dijo el martes por la noche en un evento del Partido Republicano sobre su plan arancelario a medicinas.
“Muy pronto anunciaremos un importante arancel a los productos farmacéuticos. Y cuando lo sepan, se irán de China”, dijo el republicano.
Luego en declaraciones a medios a bordo del Air Force One reiteró que los aranceles que busca imponer a los medicamentos importados llegarán “a un nivel que nadie ha visto antes”.
Pero los dichos de Trump generaron un efecto dominó el miércoles por la mañana en las acciones de las grandes transnacionales farmacéuticas que cotizan en la Bolsa de Nueva York. Las acciones de empresas como Merck, Pfizer e Eli Lilly registraron pérdidas en el arranque de las operaciones de entre el 2% y 4%.
Los productos farmacéuticos por décadas han quedado exentos de aranceles en su importación a distintos países a raíz principalmente de un acuerdo adoptado en 1995 por la Organización Mundial del Comercio.
El objetivo del convenio era precisamente evitar las barreras al comercio de esos productos para mantener los precios accesibles.
Pero Trump parece ir en sentido contrario con su amenaza de imponer aranceles a las importaciones de medicinas, lo que podría ocasionar un aumento en las ya de por sí costosas medicinas para distintos tratamientos, como la insulina para diabéticos.
De acuerdo con cifras oficiales, Estados Unidos importó unos 213,000 millones de dólares en medicamentos el año pasado. Casi la mitad de las medicinas genéricas -versiones de medicamentos a costos más accesibles- importadas a Estados Unidos vinieron de India.
En un comunicado emitido este martes, la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA) alertó que los aranceles podrían derivar en un éxodo de compañías a Estados Unidos.
Según datos de la Unión Europea (UE), los países de esa región fueron los principales exportadores de medicinas a Estados Unidos. Los productos enviados a suelo estadounidense tuvieron un valor de 127,000 millones de dólares, más de la mitad de las importaciones farmacéuticas totales en 2024.
En su boletín del martes, la EFPIA, que tiene entre sus miembros a gigantes farmacéuticos como Novartis y Bayer, urgió a las autoridades de la UE “a conservar, sostener y desarrollar una industria farmacéutica basada en la investigación” farmacéutica para evitar el éxodo de empresas a Estados Unidos.
De acuerdo al medio especializado Fierce Pharma, China también juega un rol clave en el envío de productos farmacéuticos a Estados Unidos.
“Los aranceles a los productos farmacéuticos fabricados en China aumentarían los costos de producción para el 70% de las empresas”, reportó el medio citando una encuesta reciente realizada a productores de productos farmacéuticos.
Tanto China como la UE han respondido a los aranceles impuestos por el gobierno de Trump como parte de medidas que el republicano ha llamado “recíprocas”.
Por ejemplo, Pekín elevó al 84% los aranceles a productos estadounidenses importados, en represalia a los aranceles de Trump del 104% a productos chinos.
Los países de la UE adoptaron este miércoles el primer paquete de medidas de represalias a los aranceles anunciados por el gobierno de Trump, golpeando productos estadounidenses por más de 22,000 millones de dólares.
Pero más allá del posible éxodo de las compañías (laboratorios), existe el riesgo de un impacto directo a los consumidores y pacientes en Estados Unidos y en Europa, de acuerdo con un análisis difundido por Euro News.
“Los aranceles podrían generar un aumento en los precios de los medicamentos, inestabilidad en la cadena de suministro y presiones financieras para los proveedores de atención médica”, informó el medio.
El medio reportó que el sector farmacéutico danés, por ejemplo, quedaría “muy expuesto a los aranceles estadounidenses”
En particular estarían amenazados los productos del gigante farmacéutico danés Novo Nordisk, líder mundial en tratamientos para la diabetes y la obesidad. El 50% de las ventas de la empresa ocurren en Estados Unidos.
“Si los aranceles aumentan el precio de los medicamentos de Novo Nordisk en EEUU, esto podría afectar gravemente a los pacientes estadounidenses, como ya ocurrió con los anteriores aumentos de precios de la insulina”, reportó Euro News.