La líder de la
ultraderecha francesa Marine Le Pen (56), fue declarada este lunes culpable de
malversación de fondos europeos para financiar su partido, Agrupación Nacional
(RN).
Un tribunal la inhabilitó
para ejercer cargos públicos durante cinco años, con efecto inmediato, lo que
significa que no podrá presentarse a las elecciones presidenciales francesas de
2027.
Además, Le Pen fue
condenada a cuatro años de prisión, dos de los cuales serán suspendidos, y
también recibió una multa de 100.000 euros (US$108.000).
Así finaliza para Le Pen
-al menos por ahora- un viaje de más de una década con el que llevó a su
partido a convertirse en la formación más votada de Francia.
Más de una década después
muchos pensaban que Le Pen tendría en 2027 su mayor oportunidad de ganar la
presidencia de Francia.
Pero para ella todo se
derrumbó este lunes cuando un juez la declaró culpable junto con más de 20
miembros de su partido por malversar fondos de la Unión Europea.
Cuando el Frente Nacional
fue fundado en 1972 por Jean-Marie Le Pen, padre de Marine, junto a otros
colaboracionistas nazis y negacionistas del Holocausto, se le consideró un
partido periférico.
Hoy, después de una
década bajo el mando de Marine Le Pen, más de un tercio de los votantes ven a
Agrupación Nacional como una opción de la que no hay que avergonzarse.
Le Pen logró dos veces
pasar a la segunda vuelta de las presidenciales francesas, en 2017 y 2022,
donde en sus carteles, con el eslogan “Marine presidenta”, ni siquiera aparecía
el apellido Le Pen para borrar asociaciones con el pasado.
En ninguna de las dos
ocasiones logró su objetivo contra un preparadísimo Emmanuel Macron, maestro en
el debate y en los datos. Pero cada vez se acercó mucho más de lo que hizo su
padre en 2002, cuando se disputó con Jacques Chirac la presidencia y solo
obtuvo menos del 17% de los votos.
En 2024, Le Pen fue la
vencedora en las elecciones europeas donde obtuvo el 31,37% de los sufragios,
más del doble que la siguiente formación. Y en la primera vuelta de las
legislativas que siguieron mejoró el resultado: 33,15% de los votos.
"Marine Le Pen hizo
su misión de cambiar la imagen del Frente Nacional: desdemonizar el partido
ante la percepción pública.
Hasta la llegada de
Marine Le Pen a la cúspide del partido en 2011, el Frente Nacional se había
asociado de forma indisoluble a la figura de su padre: un veterano de las
últimas guerras coloniales francesas, proclive a la provocación y condenado en
varias ocasiones por sus comentarios antisemitas.
"No digo que las
cámaras de gas no existieran. Yo no las vi. No he estudiado especialmente la
cuestión. Pero creo que es un detalle en la historia de la II Guerra
Mundial", dijo en una entrevista en 1987, como recordó este lunes la BBC
de Londres.
Marine Le Pen intentó
enérgicamente alejarse del legado de su padre. Se esmera en proyectar una nueva
imagen inclusiva, niega todo tipo de ánimo antisemita o racista y hace
constantes acercamientos a la comunidad judía francesa y a las nuevas
generaciones de ascendencia norteafricana.
Su política de
inmigración y de dar prioridad a la vivienda y el empleo de los franceses sigue
siendo de extrema derecha, pero la imagen que transmite la líder de la renovada
Agrupación Nacional es moderada y cercana al populismo.
Le Pen ha aparecido, por
ejemplo, a menudo en las redes sociales con sus gatos, una pasión que hizo
pública en las últimas presidenciales y que ha contribuido a suavizar su imagen.