El presidente Donald Trump amenazó a Brasil con imponer un arancel del 50% si no detienen el juicio contra el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro. Las acusaciones en contra de éste recuerdan a las que enfrentó el mismo líder estadounidense tras el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Trump tacha de "caza de brujas" el
juicio contra Bolsonaro en Brasil y por el cual, como castigo a Lula y a los
brasileños en general anunció el desmedido elevado arancel que afecta a todas
las exportaciones brasileñas.
Trump lanzó esta amenaza sin precedentes contra el país más poderoso de Sudamérica, este miércoles, al advertir que impondrá un arancel del 50% a sus productos si sigue adelante el juicio contra el expresidente Bolsonaro por presuntamente liderar un intento de golpe de Estado.
En una carta publicada en su red "Truth Social" dirigida al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Trump califica el proceso judicial como una “cacería de brujas”. “¡Debe terminar inmediatamente!”, exigió.
En respuesta, Lula reafirmó que Brasil es un país de leyes y rechazó cualquier intromisión externa. “Nadie está por encima de la ley, especialmente quienes atentan contra el Estado de derecho”, subrayó el mandatario izquierdista.
En su misiva, Trump también acusó al gobierno de llevar a cabo una persecución política contra Bolsonaro. “Algo que yo conozco bien”, agregó.
La frase del mandatario estadounidense alude al proceso que él mismo enfrentó tras las elecciones de 2020, cuando fue acusado de intentar anular su derrota e incitar a sus seguidores a la violencia con falsas denuncias de fraude, lo que desembocó en el asalto al Capitolio en Washington el 6 de enero de 2021 (foto arriba o derecha). La diferencia con Brasil es que Bolsonaro está siendo enjuiciado y Trump sigue libre y ocupa además (como supuesto golpista) la Presidencia del país más poderoso del mundo.
El juicio contra Bolsonaro comenzó el 10 de
junio en el Tribunal Supremo de Brasilia. El expresidente es acusado por un
delito similar al que afectó directamente a Trump en 2021, que es el de haber
liderado un complot golpista después de perder las elecciones en 2022 y
se enfrenta a una posible condena de más de 40 años de prisión.
Bolsonaro y siete de sus colaboradores
enfrentan un juicio histórico por liderar un presunto intento de golpe de
Estado tras perder las elecciones de 2022 ante Lula.
El expresidente brasileño es considerado responsable principal de la conspiración que provocó el violento ataque a las sedes de los tres poderes del Estado el 8 de enero de 2023, una jornada que dejó imágenes similares a las del asalto al Capitolio después de que Trump perdiera las elecciones en 2020. Como dijimos antes, la diferencia está en que Trump sigue manejando el poder político en EE UU (y del mundo) sin nuevas acusaciones, mientras que Bolsonaro tiene pocas posibilidades en Brasil de salir airoso en el proceso por conspiración en su contra.
El brasileño es acusado de cinco delitos
graves: intento de golpe de Estado, participación en una organización criminal
armada, intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho, daños
agravados y deterioro del patrimonio histórico.
Las autoridades sostienen que el plan golpista
puesto en marcha una semana tras la investidura de Lula, según una
investigación de la Fiscalía General, incluía la posibilidad de asesinar
al presidente y al juez Alexandre de Moraes, quien está a cargo del caso en
Brasil.
Entre los acusados se encuentran el exministro
de defensa Walter Braga Netto, los exministros Anderson Torres y Augusto
Heleno, y el exayudante de campaña Mauro Cid. Este último declaró que Bolsonaro
leyó y editó un documento para anular las elecciones y se negó a actuar contra
las protestas de sus seguidores que pedían una ntervención militar.
Bolsonaro ha negado repetidamente las
acusaciones y se declara víctima de una persecución política. Reiteró a su
vez que la desconfianza en el sistema electoral era privativa suya y que,
si bien usó una "retórica" fuerte, admitió no poder probar el fraude
electoral y aseguró que buscaba "auxiliar al tribunal electoral".
También afirmó que se enteró por la prensa del supuesto complot, llamado “Daga
Verde y Amarilla”.
Los observadores esperan que el proceso
concluya antes de fin de año para no afectar las elecciones de 2026.
Desde que en enero de 2023 los seguidores de Bolsonaro desataron escenas de caos y destrucción en Brasilia, estos hechos evocaron de inmediato el asalto al Capitolio de Estados Unidos ocurrido el 6 de enero de 2021.
Tanto Trump como Bolsonaro cuestionaron sin pruebas la legitimidad de sus respectivas derrotas electorales. En ambos casos, partidarios de los expresidentes irrumpieron en edificios gubernamentales claves, como el Congreso Nacional en Brasilia y el Capitolio en Washington, en un intento por forzar la permanencia de sus líderes en el poder.
Ambos episodios son el resultado de prolongadas
campañas de desinformación que sembraron dudas sobre los procesos democráticos,
pues tanto Trump como Bolsonaro utilizaron la retórica del fraude electoral.